31.10.08

¿QUIÉN MANDA EN EL MUNDO?

¿Puede un hombre cambiar el devenir de todo un planeta? ¿Puede un pueblo ser consciente de que en su bipartidista voto está marcado el futuro de la economía mundial? Pues a ambas preguntas contesto que no. Ni un hombre puede cambiar el mundo, ni el votante americano está concienciado de la importancia de su inexistente voto. Hasta ahora no me había pronunciado sobre las inminentes “elecciones” estadounidenses (1) (elecciones de ámbito mundial), pero no me queda más remedio que dar una particular visión de la maquinaria electoral norteamericana.

La crisis, la economía.

Todo comienza, como no, en la superpotencia mundial: los Estados Unidos. La crisis real se veía venir desde el año 2001, cuando en dos años escasos el FED (3), en un intento por favorecer el consumo y la inversión, baja los tipos de interés desde los 6,5 puntos, a la escasa cifra de 1 punto. Por lo que se dopa el mercado inmobiliario, y en 10 años el precio de las viviendas se multiplica por dos.


Los bancos en el negocio de las hipotecas un mercado pequeño. Y a alguien se le ocurrió la insigne idea: conceder préstamos más arriesgados de los que cobrarían mayores intereses, y aumentar el número de operaciones (concesiones) para aumentar el poco margen de las operaciones. Estas hipotecas de riesgo son los famosos créditos subprimes, creando activos contaminados (2) en sus reservas

Concedieron créditos a personas que no podían devolverlo, sin la necesidad de aval. Esto creó un endeudamiento de los trabajadores, ralentizando el consumo y con los bancos sin la posibilidad de cobrar dichos empréstitos (3). Lo que hizo que muchos bancos tuviesen crisis de liquidez, al no tener dinero en efectivo en sus depósitos, añadido a la falta de ahorro por parte de los consumidores.

A fin de cuentas, todo ello debido a las decisiones tomadas por un órgano gubernamental como es el FED, apoyado por las incentivas del “American Way Of Life”, en el que se ha de consumir y consumir, estando en sus posibilidades hacerlo o no. El consumismo como veremos en un futuro, unido a las políticas de derroche y otras causas, contribuiría a un posible colapso mundial de capitales, financiación y liquidez, todo ello gracias a libre mercado(4).

La sociedad, la Historia.

La Historia recordará el último mandato de la Casa Blanca como el más desfavorable, ruin y despiadado para con el resto del mundo. Dos sangrientas guerras, en las que el ejército estadounidense no ha salido muy bien parado, a pesar de las mentiras del gobierno yankee a sus compatriotas. Una recesión mundial provocada en mayor parte por sus acciones económicamente invasivas, en la que aún no tenemos constancias de la posibles consecuencias. También, esta administración, ha traído consigo la Guerra contra el Terror, auspiciada en su doctrina de shock (5). Todo ello acompañado de un recorte de derechos general en la sociedad estadounidense.

Hay que estudiar la sociedad estadounidense de formar que tendremos que suponer que son como hormigas currantes que trabajan para tener el mejor coche, la mejor casa, el mejor corte de pelo... en fin, ser más populares, y cumplir el “American Dream”. A fin de cuentas, la teoría de consumir hasta reventar, de consumir sin parar, que hace que la inexistencia de ahorro obligue a las familias a endeudarse, afirmando así la posturas de los bancos y sus hipotecas subprime (6).

El neoliberalismo nos está enseñando la cara más amarga del mercado: el consumismo en la Sociedad de la Información, el marketing al que nos vemos sometidos horas y horas al día. Ya que se calcula que recibimos alrededor de 3.000 mensajes publicitarios, subliminales o no, cada día. En esta sociedad solo puede ocurrir una situación: el colapso. El colapso, además de económico, el colapso social. Cuando los gobiernos no tengan ese magnifico superávit que caracterizaba a las sociedades occidentales del “Eje del Bien”, todo el peso de la Crisis Ninja (7), como la apoda Leopoldo Abadía, recaerá sobre el ciudadano de a pie. Todo ellos, se empezará a notar en la creciente inflación, la pérdida de puestos de trabajo, la disminución de ayudas sociales. Todo ello conllevará, si el ahorro lo permite, a un colapso social, sobre todo en la mayor superpotencia económica, política y militar: EE.UU.

La política en mayúscula.

¿Qué es política en Estados Unidos? La respuesta es clara, ya que la política estadounidense es una clara venta de imagen. Imagen, dinero y religión, es lo que mueve la política de ambos partidos políticos. Se podría decir que ambos partidos son dos subcontratas de los grandes intereses multinacionales en Estados Unidos, y además dos subcontratas con responsabilidad social corporativa nula. Por ejemplo, citar el caso de Bush contra Irak, comprando las armas a las empresas de papá.

Además, del absoluto bipartidismo, existe una falta de libertad no estipulada a la hora de elegir a los representantes. El sistema electoral es muy cerrado y no concede posibilidades a los terceros y ulteriores partidos. La maquinaria política estadounidense después del 11-S se basa en enfundar a los ciudadanos el miedo al terrorismo, para permitir a los gobernantes de turno campar a sus anchas y tomar las decisiones que deseen tomar, porque el pueblo, por miedo quedará callado.


Desde mi humilde posición esto es un artículo muy generalizado, muy cogiendo las problemáticas más destacadas. Intentando simplificar un sistema tan complejo de interrelaciones en un solo artículo. Este será el primero de otros muchos basados en la temática estadounidense, ya que para vencer al enemigo has de conocerlo. Si mañana me preguntan por la calle: “¿A quién votarías: a Obama o a McCain?” Muy equitativamente respondería yo: “Primero, yo elegiría una tercera opción fuera del círculo creado alrededor del poder empresarial. Segundo, no me importan nada las elecciones estadounidenses, yo no voto, ni ellos deciden por mí. Por tanto, el que mando en mi mundo sigo siendo yo”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

artículo genial, muy bien estructurado.
El capitalismo es un sistema que nació con una fecha de caducidad temprana por una simple cuestión de recursos, principalmente energéticos. Creo que las malas gestiones que han producido la crisis no son sino algo irremediable a lo que el sistema estaba conducido, antes o después iba a ocurrir. Espero con ganas las consecuencias de las millonarias inyecciones de dinero a las entidades bancarias y que la sociedad no se quede pasiva ante este disparate.
Respecto a las elecciones, lo mismo me da que salga uno que otro, la misma mierda con distinta apariencia. Solo hay que mirar la trayectoria pasada de republicanos y demócratas para darse cuenta que nada va a cambiar por su parte.
Y por último un apunte, ¿por qué neoliberalismo y no neoconservadurismo? ya sé que es perderse un poco en la terminología, pero me toca un poco los huevos el rollo que se traen de lavarse las manos en algunos temas porque son liberales y si la banca se hunde bien que intervienen.